Estreno blog, bitácora, diario. Ya no hay vuelta atrás. Por eso resulta tan emocionante empezar a escribir cada semana un post con reflexiones, críticas… y lanzarlas al vacío, porque yo me lanzo con ellas. Mi asesor áulico, el periodista Leandro Pérez Miguel, me aconseja ser sistemático y no dejarme llevar por las miles de obligaciones, reales y ficticias, no recurrir al vuelva usted mañana y disciplinarme y publicar algo nuevo, como mínimo, un día a la semana. En ese momento yo he pensado en el llamado reloj de Kant.
Kant, que fue durante toda su vida un solitario con costumbres férreas, como corresponde a un «raro solitario» que nunca tuvo la necesidad de salir de Königsberg, su ciudad natal, salía a pasear diariamente después de la cena y lo hacía por la misma calle, arriba y abajo. El autor de la Crítica de la razón pura llegó a tener tal precisión en sus paseos que sus convecinos ajustaban los relojes según el lugar en el que se encontraba el filósofo en cada momento.
A tan alto grado de precisión no tendré que llegar pero sí de ocuparme de que funcione un sistema en este blog, siquiera sea para demostrarme a mí mismo que si Kant lo hacía yo no voy a ser menos…, digamos menos raro que este alemán que planteó, en el siglo XVIII, un cambio de paradigma en la filosofía. Pero mi asesor me replica que no es por mí sino por mis lectores. Y ahí caigo de nuevo en la cuenta del enorme vacío que se abre a mis pies con esta página. Una nueva y observada responsabilidad, a mí, que cada día quiero responsabilizarme de menos cosas.
Pues vaya por delante que he pensado en ello y he decidido salir a la palestra cada jueves, y se llamará «Ayer fue miércoles toda la mañana», en honor al poeta Ángel González (Oviedo, 1925-Madrid, 2008), que escribió este poema que comienza con ese verso y que en los siguientes le da la vuelta: «Por la tarde cambió: se puso casi lunes». Otro día hablaremos de él. Del poema y de Ángel. De Ángel González y de sus poemas. Hoy creo que me va tocando acabar; en los primeros encuentros hay que ser breve para no cansar ni aburrir a nadie.Ya que no puedo ser original, chispeante, divertido y genial, al menos seré breve. Y como en el texto de Inicio he mencionado a Groucho Marx, acabaré con él. Acabaré con algo de Groucho Marx, quiero decir. Es un test que he leído en un libro de Thomas Cathcart y Daniel Klein que dice así:
¿Cuál de los Marx es más anarquista? ¿Karl, que dijo: «Es inevitable que las clases oprimidas se alcen y rompan sus cadenas»? ¿O Groucho, que dijo: «Fuera del perro, el mejor amigo del hombre es el libro. Dentro del perro está tan oscuro que no se puede leer»
Hasta el jueves.
Bienvenidos a este blog. Velaré para que sea una mezcla de honradez, buen juicio y ponderación en las críticas y en los halagos. Mis principios éticos no me permitirán actuar de otra forma. Éticos, sí, y también marxistas, aunque a la manera del viejo sabio Groucho Marx, que dijo: «Estos son mis principios; si no les gustan, tengo otros».
Ayer fue miércoles
He decidido salir a la palestra cada jueves. Este blog se llama “Ayer fue miércoles toda la mañana”, en honor al poeta Ángel González (Oviedo, 1925-Madrid, 2008), que escribió este poema que comienza con ese verso y que en el siguiente le da la vuelta: “Por la tarde cambió: se puso casi lunes”.
toda la mañana