Ya tenía escrito este post con el recuerdo -cercano- del Premio Aula de las Metáforas pero la realidad, la cruda, quiero decir, se me cruzó otra vez, como quien te cruza la cara. El Aula no la olvido, no podría ni aunque quisiera, por eso va después de esta breve lectura de la prensa escrita, que tanto le gusta a mi amiga Regina García.
La semana empezó bien, con dos noticias que me ponen de muy buen humor. El lunes con la concesión del Premio Herralde a Marta Sanz por su novela Farándula, y el martes con el Premio Nacional de las Letras a Carme Riera, por toda una carrera dedicada a la literatura. Imprescindible su estudio sobre los poetas catalanes de la generación del 50: La Escuela de Barcelona (Anagrama). Marta Sanz dice que se pone borde con el buenísmo. Yo también, hombre, qué es esto de que la crisis tiene cosas buenas, de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. ¡Habrase visto mayor desfachatez!, ¡habrá vivido usted, que ha robado como si no hubiera un mañana! En la foto de Samuel Sánchez, Marta Sanz, con esa cara de lista que le da ha dado la vida, porta un cartel que dice: «La cultura no es un artículo de lujo: más incultos, más dóciles». Ole por Sanz.
- Marta Sanz
- Carme Riera
Tengo un cabreo monumental con la RAE. Ayer contaron en un informativo (algunos tienen vocación de El Caso; ¿os acordáis de aquel periódico?, pues ya están rodando la serie sobre él, con Verónica Sánchez de prota), contaron, digo, que el diccionario recogía expresiones (ejpresione, debería ser también una de las entradas porque asín lo dice David Bisbal. Y José Bono), de arraigo popular. Y la cursiva de la palabra asín no es baladí. Según los teleinformativativos, la Academia, la docta institución, acepta dicha expresión. Y sí, lo comprobé, recoge también la vulgar «asín». «Lo mismo un burro que un profesor», que dice el tango «Siglo XX, cambalache». Pero los señores y señoras académicos y académicas han aprobado -también da lo mismo- «albóndiga» y «almóndiga». Pero si ya estaba claro, si no hay vuelta de hoja porque viene del árabe que se hablaba en Al-Andalus, parecido al árabe clásico, es decir, albúnduqa, y antes del griego, pontikón, que significa nuez, y por eso, por la morfología, se puso ese nombre, porque se parece a una nuez. Hay otros casos, como por ejemplo las amígdalas, del griego amigdalé, que significa almendra. Pero «como todo es igual y tú lo sabes» (este es mi modesto homenaje al Luis Rosales de La casa encendida), diga usted remangarse o arremangarse que la RAE va por delante de toos nosotros. («Arremángate, arremángate, niña tu vestío», que cantaba Manolo Escobar). Yo, desde ahora voy a hablar como don Camilo hizo expresarse a doña Rosa en La colmena, y voy a dicí: nos ha merengao.
Pues asín está la cosa, pero yo, como si nada, oyes, que enseguía me preparo unas almóndigas (el corrector automático, erre que erre, intentando cambiarlo a albóndigas), y me quedo tan ancho.
Y como a veces las cosas se encadenan, me sorprendió la publicidad, a toda página, de la Real Academia Española, por sus 300 años, que pedía esto a los sufridos lectores:
«Súmate a los benefactores de la Fundación pro-RAE. Las palabras hacen mucho por ti. Ahora tú puedes hacer mucho por las palabras». Y si te hacías te obsequiaban con la última edición del Diccionario de la lengua española.
Yo ya tengo la última edición, y no la barata, la de lujo, que ahora que lo pienso no me han regalado nada por gastarme la pasta. El anuncio lo he visto hoy y la noticia del asín y lo otro lo supe ayer, asín que no saben el rebote que pillé.
Lo de hacerse de algo me recuerda al chiste de los vascos, que ven un cartel en una fábrica que dice: ACEROS DE LLODIO, y uno le dice al otro: «¿Nos hacemos, Patxi?» Ahora, gracias a la RAE lo escribiría igual que lo interpreta el vascohablante a su amigo: ¿»Nos acemos, Patxi»?
Por si éramos pocos, la cosa política en el país vecino del sur, está calentita. «El auge del islamismo barre a la izquierda en Marruecos», dice el titular de Francisco Peregil, uno de los periodistas más preclaros y que mejor escriben. Esa referencia que fue Ben Barka en los años 60 se esfumó. Los socialistas marroquíes perdieron la posibilidad de cambiarlo todo y arrebatar el poder omnívoro a Hassan II. Para más inri, «el antiguo partido comunista, ahora llamado Partido del Progreso y Socialismo (PPS), forma parte de la coalición que presde el islamista moderado Abdelilá Benkirán, secretario general del Partido Justicia y Desarrollo (PJD). Es decir, integra el mismo Gobierno que encarcela a los homosexuales y denuncia a un canal público de televisión por emitir un concierto de Jennifer López».
Repito, «del Partido Justicia y Desarrollo». ¿Sigo?, no,voy al Premio Aula de las Metáforas, que será un final un poco más feliz, pero antes, para alimentar mi cabreo, algo sobre la guerra de Irak; lejana, sí, sucia, también, pero aún hay quien sigue hablando de aquella nefasta intervención. Mientras Bush y Blair lamentaron haberse metido en semejante batalla que no hizo más que alimentar el odio y permitir el ascenso del Estado Islámico, este titular de ayer (pero, ¡qué necesidad de decir majaderías):
Aznar: «España salió ganando con la guerra deIrak».
Para fallar el Premio Aula de las Metáforas me reuní con el poeta Fernando Beltrán, creador de la biblioteca del mismo nombre en Grado, Asturias, con los escritores Manuel Rubio y Leopoldo Sánchez Torre y, previamente con Luis Eduardo Aute, que no pudo viajar aquel día a la villa que vio partir para América a dos de sus más destacados emprendedores: Pepín Fernández y Ramón Areces, que levantaron sendos imperios comerciales: Galería Preciados y El Corte Inglés, respectivamente.
Fue unánime: «Se decide otorgar la distinción a Concha Quirós, propietaria de la librería Cervantes, «por su larga trayectoria y su incesante labor cultural, así como por su constante apoyo, difusión y celebración de la creatividad literaria y, en concreto, de la poesía y los poetas».
Concha, decana de los libreros en España, se lo merecía. Lleva al frente de la Cervantes toda una vida. La heredó de su padre, Alfredo Quirós, que la había fundado en 1921, de quien también heredó el amor por los libros. Paco Ignacio Taibo, que trabajó allí de chico, recomendado por María Muñiz, madre Ángel González, le dedica un capítulo en sus memorias, Para parar las aguas del olvido, que titula «Cervantes es una librería». Coincidió de «dependiente» con Manuel Lombardero, quien fuera mucho más tarde una pieza fundamental en el desarrollo de la editorial Planeta, junto al fundador José Manuel Lara.
Cervantes es una librería -escribe Taibo-. El manco de Lepanto, la gloria nacional, el mejor novelista del mundo, es una librería»
A los pocos días de empezar a trabajar le dio un libro Manuel Lombardero:
-Es Flor de leyendas, léelo a escondidas porque está prohibido.
Casi todo estaba prohibido. Leíamos, Manolo y yo, como locos.
Alfredo Quirós nos dejaba llevarnos libros a casa y los devolvíamos apenas terminados.
-¿Qué te llevas hoy?
-Nicolás Gogol
-Yo, Turgeniev
- Alfredo Quirós
- Jurado del Premio
- Concha Quirós
El objeto del premio Aula de las Metáforas, bianual, es una escultura de Pep Carrió (había que ver a Pep el pasado jueves en POEMAD, poetizando sobre una simbólica puerta, con un dibujo esplendoroso, la lectura que hizo Beltrán de su último libro de poemas, Hotel vivir, quien en la entrega del premio dijo que la labor de Quirós es una «heroicidad» en estos tiempos de crisis con la llegada de nuevas tecnologías dispuestas a suplantar los libros. Y Manuel Rubio: «Quirós tiene una forma especial de entender el mundo de los libros: defiende la ‘librodiversidad».
Fue un acto como los de antes, es decir, que allí estaban los que tenían que estar, letraheridos todos: libreros, bibliotecarios, poetas y novelistas, periodistas, pintores y dramaturgos…, y el viceconsejero de cultura, el profesor de filosofía Vicente Domínguez, autor, entre otros libros, de El miedo en Aristóteles, que hizo las delicias de todos porque rara vez se ve- si no es nunca- a un político en un acto cultural. Y digo más: a un político que sepa de qué va el acto cultural al que va, no como le ocurría a Wert en todo lo que se tenía que tragar a la fuerza. Por cierto, ¿qué pensará de que su hermano encabece la lista de PODEMOS por Ciudad Real?, supongo que se la traerá al fresco en París con 10.000 euros al mes. Euros públicos, tuyos y míos, «hypocrite lecteur, – mon semblable, – mon frère!» («hipócrita lector, -mi semejante, -¡mi hermano!») que escribió Baudelaire en su poema «Al lector», en Las flores del mal, y que Jaime Gil de Biedma parafraseó en el poema «Pandémica y Celeste»: «Que te voy a enseñar un corazón, / un corazón infiel, / desnudo de cintura para abajo, /hipócrita lector -mon semblable,-mon frère!…».
Me he puesto estupendo, lo sé. Se lo dedico al exministro en su dorado exilio parisién.
Hasta el jueves, si nos dejan.
Asín están las cosas: unos se comen sus almóndigas y otros se quedan sin sus caramales. ¡Qué injusticia!