Ayer estaba todo previsto para que presentara el libro de Lea Vélez, El jardín de la memoria (Galaxia Gutenberg) en el Café La Palma, cuando 5 horas antes conocimos el fallecimiento de Carlos Vélez, padre de la escritora. No he podido, por tanto, colgar en el blog la presentación que había escrito. Esos folios, que leeré en cuanto podamos organizarlo de nuevo, servirán también de homenaje a un hombre de letras que -con todos los problemas, incluso de censura- abrió con un programa de literatura en la televisión una ventana a la cultura y a la democracia. Yo tenía 25 años y desde entonces se lo estoy agradeciendo.